Las consecuencias del COVID-19 alcanzaron dimensiones inimaginables para el mundo, ellas sorprendieron en gran medida por nunca haberse presentado una situación similar en la historia contemporánea. Pero más allá del estancamiento de la economía o las medidas de aislamiento social, la ciberseguridad se vio comprometida.
Justamente, uno de los fenómenos más preocupantes fue el incremento de los ciberataques a empresas. Así lo expresó un reporte del Banco de México sobre la Estabilidad Financiera del 2020.
En este se revelaba un aumento alarmante en el número de amenazas cibernéticas. La cifra alcanzaba el 400% y colocaba en riesgo a no solo empresas, sino también a instituciones gubernamentales e individuos. Colocando de esta manera en peligro a cualquier institución que no posea un reforzamiento continúo en su seguridad cibernética.
La intrusión indeseada en la ciberseguridad de una empresa, es y seguirá siendo una amenaza para las organizaciones. Las cuales necesitan prestar más atención a este aspecto, que podría representar una clara debilidad en toda su estructura. Además se debe recordar que la agresividad de estos intentos es cada vez más certera.
Haciendo así a las respuestas de ciberseguridad más tradicionales, obsoletas e inútiles ante los riesgos que son presentados. Por lo que la necesidad de un mecanismo más sofisticado es necesaria. Y ello tiene como rostro a la Inteligencia Artificial.
De acuerdo al Director de KIO Cyber Security, Gustavo Chapela, la IA es sin lugar a dudas, una aliada para las empresas.
Gracias a ella es una posibilidad el análisis de cantidades gigantescas de datos de riesgos. Para que así después de un análisis exhaustivo, se puedan detectar aquellas amenazas antes de que sea demasiado tarde. Conseguir detectar fallas de seguridad antes de que sean visualizadas por los piratas cibernéticos, es esencial para la estructura de una empresa. Conllevando a que la incorporación de la IA represente un alivio importante.
Las ventajas de la IA en la ciberseguridad
¿Cómo ayuda la IA en la ciberseguridad? Esta se encarga de automatizar los procesos repetitivos, sin embargo, también de analizar grandes volúmenes de datos. Todo ello con una protección en un alto nivel. También la optimización de recursos contribuye a que los aspectos de seguridad se vean inmensamente reforzados.
Ello porque al liberar de ciertas tareas al personal, permite que este se enfoque en otras tareas de mayor complejidad. Otro aspecto que posee implicación en este orden de ideas, tiene relación con los algoritmos y su evolución.
Estos podrán evolucionar con constancia por el análisis asiduo de la Inteligencia Artificial. Con esto la construcción de estructuras que sean interpretativas podrá ser mucho más efectiva y exitosa en su cometido.
La masividad del análisis de datos permite la detección de patrones, y con ello el predecir las amenazas en un tiempo real. A su vez el responder de manera coordinada, para generar una respuesta que sea óptima. Los alcances de la IA son gigantescos, y pueden lograr el analizar hasta más de 500 millones de indicadores, esto únicamente por minuto.
Este aprendizaje conllevará entonces a que los eventos sean relacionados, y se tenga una categorización precisa de los ataques cibernéticos. Al igual que las herramientas necesarias para evitar su daño.
La vitalidad de los datos en una empresa es innegable, y su protección una de las prioridades. Por lo que cualquiera de estas necesita hacer uso de tecnologías capaces de adaptarse a las necesidades actuales. Las amenazas no son estáticas, y están evolucionando a una velocidad alarmante. Así que la IA ofrece un entorno más seguro y consecuente con la realidad que vivimos en el presente.